jueves, 28 de abril de 2011

De príncipe a mendigo


Hace ya tres años que llegué a Buenos Aires. Como le pasa a muchos de los que nos hemos ido del país, al principio pensaba que toda iba a ser muy fácil, pero más temprano que tarde me di cuenta de lo contrario. Sin embargo, no me arrepiento para nada de mi decisión.


Para hacer un breve resumen de mi trayectoria, apenas llegué pasé unos días de roncha viviendo en un hostel, poco después conseguí un departamento mínimo, pero en una zona muy linda. En ese momento, todo parecía sencillo porque contaba con el cupo de viajero de Cadivi (5.000 U$) para ese entonces y, además, el cupo de estudiante (1.300 U$)

Así, los primeros meses me di una vida de ricos y famosos, a los pocos días compré todo lo que necesitaba pasando la tarjetita de crédito. Ese primer año fue de lo mejor, no reparaba en gastos y tenía todo lo que quería.

Ya el segundo año fue cuando todo empezó a ponerse difícil, de una vida de ricos y famosos, pasé a vivir buscando la manera de rendir la plata para llegar a fin de mes. El cupo de viajero, como todos sabrán, se redujo y ya no se aprobaba automáticamente, así que no contaba ya con ese dinero.

Para vivir acá pagando facultad, alquiler y otros gastos, 1.300 U$ es realmente poco. Pero bueno, uno siempre busca la manera de resolver. En definitiva, los dos últimos años, por lo menos en el aspecto monetario, han sido sumamente difíciles.

En mi post anterior contaba sobre mi búsqueda de departamento. Bueno, total que estuve varios días en vilo porque no me querían renovar en el sitio donde me estaba quedando y con muebles y un montón de cosas encima, mudarse en sólo 15 días era prácticamente imposible. Más aún considerando lo difícil de alquilar acá.

Empecé a buscar en todas partes y a todos los que llamaba me decían que ya estaba alquilado o me pedían que si seis meses de depósito, cosas absurdas. Vi un anuncio de un depto buenísimo y llamé. Apenas me atendieron la cosa me dio mala espina, el tipo al otro lado del teléfono tenía un tono de estafador increíble, pero en medio de la desesperación seguí adelante.

Total que me dijo que ese depto ya estaba alquilado, pero que tenía otro igual, que fuese a verlo, así que cuadré para ir al día siguiente. Así fue, llegué al lugar y el edificio quedaba en un callejón lleno de grafitis por todas las paredes. Apenas lo vi sabía que nada bueno podía pasar, pero ya estando allí no tenía nada que perder, así que me acerqué hasta el sitio.

Al llegar a la puerta veo un tablero con número que iban del 1 al 90, no que si 1A, 1B, no; los número iban corrido del 1 al 90. Toqué el 7 como me dijo el tipo y no me contestó por el intercomunicador, sino que gritó desde una ventana: “Ahí bajoooo”.

A los 5 minutos apareció en el hall un tipo con más apariencia de alcohólico y periquero que cualquier otra cosa. Un viejo de unos 50 años de edad, pero de esos que juran que tienen 25, con cara de recién levantado y resaca, los ojos rojos y vistiendo unos shorts tipo surfista y una camiseta toda rota. Además, con la barbita clásica de los tres días.

Obviamente, me quería ir enseguida, pero me dio curiosidad ver qué mierda estaba alquilando, así que entré. El ascensor no funcionada, por lo que subimos por unas escaleras oscuras y con paredes llenas de grafitis también. Al llegar al piso donde estaba el depto vi un pasillo extremadamente largo, con puertas de madera a los dos lados y números consecutivos. Casi todas las puertas estaban rotas y rayadas.

Total que llegamos al departamento y realmente era una burla. En ese instante, me sentí como Akeen (Eddie Murphy), en la película “Coming to America”, donde representa al príncipe de un país africano llamado Zamunda. Sinceramente, la escena fue muy parecida a la de la película, lo que dentro de mi frustración me dio un poco de risa.

Por supuesto, esos días estaba entre la arrechera, el nerviosismo y la depresión. Pero luego de buscar y buscar, finalmente conseguí un lugar nuevo al que me mudé ayer y en el que me siento muy bien, pero ese cuento lo echaré en otro post.

2 comentarios:

  1. Con tu humor negro jamás pensaría que vendría un final feliz...
    Puro prejuicio porque si hubo FINAL FELIZ :D
    Que el post del nuevo piso venga con fotos por favor!

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  2. Hahahahaha síiii vendrá con su reporte gráfico hahaha

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